En un país mayoritariamente budista como Camboya sorprende de entrada ver los mismos motivos navideños que cada año adornan nuestras calles. Tiendas y hogares con motivo de las fiestas. Lo primero que piensas al ver árboles de Navidad con bolas y luces de colores, tiendas con trajes de Papa Noel, transportes tradicionales cargados de regalos, y simpáticos camboyanos que te reciben vestidos para la ocasión, es que la globalización existe de verdad, y que al igual que en nuestro país de origen, todo ello es hoy en día, más un reclamo para fomentar el consumo que no la simple expresión de una celebración.
Pero los que vivimos en este país sabemos que afortunadamente en Camboya todavía no es así. A pesar de que hay fiestas y celebraciones, y muchas, éstas aún no se orientan a incitar al consumo desmedido. Se agradece la generosidad de culturas que no imponen sus tradiciones o costumbres a aquellos que viven con ellos, sino que simplemente las comparten con todos los que quieran compartirlas. También hacen suyas las de los demás sin intenciones ocultas, demostrando simplemente que la convivencia es posible, y que lo que es motivo de alegría y celebración para unos lo puede ser para todos.
Esperemos que esta globalización que poco a poco va apoderando del mundo, vaya manteniendo un punto de sostenibilidad. Si es cierto que los camboyanos se apuntan a un bombardeo y que todo lo que suene a fiesta y es motivo de celebración, pasa automáticamente a formar parte de la lista de fiestas nacionales y ese día no se trabaja. De momento en España aun no se celebran de forma masiva las fiestas del sudeste asiático, algo que si pasa al revés.
Así que, FELIZ NAVIDAD, y aquí os dejo algunas fotos de la Navidad en Camboya.
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