Regresamos de Camboya con ese buen sabor de boca, sabiendo que existen dos Camboyas, la seca, con su polvo y poca agua y la del Monzón, con el verde de los arrozales y agua por doquier, este último es el que no vimos, siempre puede ser la excusa para regresar, eso si, de la mano, como no de Salvador y Esther, anfitriones increíbles, que nos han llevado por una montaña rusa de sensaciones durante todo el viaje. Se agradece la amabilidad de sus guías, choferes y todo ese montón de camisetas negras que van apareciendo y desapareciendo de tu lado y que hacen de tu viaje, como sin querer, algo increíble.

 

Àngel y Maribel en CamboyaViaje a Camboya de Maribel y ÀngelViaje a Camboya de Àngel y Maribel